HomeÉchos de chez-nous › NUESTRA VIDA

NUESTRA VIDA

Con un poquito de nostalgia yo dejo a Quebec y mi misión con las personas inmigrantes.

¡Qué bellos años de servicio, amor y entrega con las familias inmigrantes…

Para mí ha sido una experiencia de gracia, integración, conocimiento, amor, olvido de mí misma, escucha, paciencia, abandono, presencia y  esperanza.

Esta misión fue para mí un desafío, al cual me entregué con el mismo corazón y espíritu que nuestro Padre fundador José Onésimo Brousseau y de nuestra fundadora Virginia Fournier que tuvieron esa calidad de escucha, acogida, compasión, solidaridad, dinamismo y creatividad. Esas fueron las principales fuerzas en mí al accionar en este bello lugar. Me doy cuenta que mi presencia es valiosa y tengo la esperanza de que la mismo pueda continuar por mucho tiempo.

¡Qué maravilloso tiempo he vivido en Quebec!  Aquí pude adquirir un mayor conocimiento de los orígenes de la Congregación y concretamente de la vida comunitaria vivida en interculturalidad en San Pascual; fue un tiempo de conocimiento mutuo, de amistad  y de alegría compartida.

Junto a mis compañeras de comunidad permanecimos con las puertas abiertas, tanto las puertas  de casa, como también las de nuestros corazones para acoger a nuestras hermanas y también a las personas que nos necesitan. Nuestro compromiso con la Parroquia fue muy estimulante.

Como responsable del Comité Vocacional, tuve la suerte de reflexionar con otras personas sobre la vocación en el momento presente. El trabajo como equipo fue una gran riqueza para mí. Soy consciente que Dios sigue llamando hoy a pesar de todas las circunstancias.

Nuevamente, me voy…

Después de mi misión en República Dominicana estuve en Nicaragua, Burkina Faso, un año de formación en Perú, Níger (Niamey) y en Quebec.

En este momento las autoridades me envían a Haití.

Es necesario tener el valor y la gracia de la adaptación, como también la disponibilidad para responder donde Dios y la vida llaman.

A finales de agosto o principios de septiembre de este año 2018 otros horizontes se abrirán delante de mí; otra comunidad local, nuevas personas como también otras amistades, otros servicios  y desafíos a enfrentar…  Como María, yo respondo “Aquí está la sierva del Señor, que se cumpla en mi según tu palabra”

A Dios le doy muchas gracias e igualmente  a cada una de ustedes por las experiencias vividas. Ha sido una magnífica ocasión de crecimiento la que la Congregación me ha permitido.

Agradezco también a todas las personas con quienes tuve la oportunidad y el privilegio de compartir.

Sor Melania Mejía

comité vocationnel_BAS DE PAGEÉlèves_BAS DE PAGEGroupe_Québec_BAS DE PAGEImmigrants_BAS DE PAGEReligieuses_BAS DE PAGEAfrique_BAS DE PAGEGroupe_Afrique_BAS DE PAGE