« Donde quiera que vayas, ve con tu corazón ».
Jean XXIII
En 1872, después de su estancia en Stanfold la familia Fournier emigró a los EE.UU. en Fall River, Massachusetts. Se instaló en la parroquia de Santa Ana en el pueblo de Flint. En 1874, la aldea se asigna a la nueva parroquia de Nuestra Señora de Lourdes. Esta aglomeración que llamamos « Canadá francés en miniatura », es atendida por el padre Juan Bautista Bédard, el primer sacerdote francés canadiense.
Perfectamente Bilingüe, Virginia rinde numerosos servicios a sus conciudadanos francófonos. Ella suma a su trabajo, tanto en la manufactura, como en la educación (fue la primera maestra en su parroquia), cantidad de actividades de voluntariado, mientras cuidaba a su padre paralítico.
En 1877, las religiosas educadoras de Jesús y maría se instalan en la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, Virginia se une a ellas como institutriz laica y se convierte en presidenta del grupo de las Hijas de María.
Entre 1878 y 1882, Virginia comienza dos noviciados con las hermanas Agustinas y las hermanas de Jesús y María en Quebec. No pudiendo realizar su sueño, Virginia regresa a Fall River, se consagra a su familia y a los parroquianos. Ella cuida a su padre hasta su muerte en 1889, retoma la enseñanza, se hace cargo de las Hijas de María, secunda el sacerdote en las necesidades de la Parroquia hasta 1892. Este año ella deja definitivamente su familia para responder a la llamada de José Onésimo Brousseau. Su aventura en Fall River duró 20 años.