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Constructor infatigable

« Por mi mismo yo no puedo nada, con Dios lo pudo todo ».
José Onésimo Brousseau

9_Chapelle Sainte-Anne et Orphelinat Saint-Joseph
Capilla Santa Ana y orfanato San José

 

10_Père Brousseau Monastère Frères NDDC
Padre Brousseau monasterio Hermanos  NSDC

« La obra del buen Dios Urge ! » Ante la magnitud de las necesidades, el Padre Brousseau cuenta con la Providencia y se pone bajo la protección de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Tanto en el dolor como en las alegrías, este constructor determinado y audaz logra realizar una obra prodigiosa.

A su llegada en 1882, el Padre Brousseau construye una pequeña sacristía junto a la capilla de misión. En la primavera de 1883 se inicia la obra de construcción de la iglesia parroquial.

En octubre, el fuego devastó el campanario. En su fe inquebrantable, el sacerdote pide a Santa Ana que salve su Iglesia y promete construirle una capilla si el fuego se extingue. Su oración es escuchada. Terminamos la iglesia que, desde 1884, tiene su trono en lo alto del pueblo.

El sacerdote cumple su promesa y construye la capilla del voto. En la primavera de 1892, edifica un convento hospital. Desde noviembre, las religiosas, los ancianos y huérfanos toman posesión. Con el aumento rápido del personal, se construye un nuevo edificio en 1903 para albergar los ancianos, ellos se instalan allí en 1905. El Padre Brousseau quiere un orfelinato agrícola en el Lago Verde. Comenzado en 1900, el establecimiento en construcción cambia de vocación y en 1902 se convierte en el monasterio de los Hermanos de Nuestra Señora de los Campos.

En 1905, el fuego devastó el convento-hospital, la capilla del voto y la granja. Desde 1906, el padre Brousseau reanuda la tarea. Se construyen la capilla de Santa Ana de las Montañas, la Casa Madre y el orfanato San José. Por último, en 1913, se crea una casa de verano para acoger a las hermanas misioneras durante sus vacaciones.

De 1882 a 1920, el Padre Broisseau buscó sin cesar la construcción y reconstrucción de 10 edificaciones sin contar las dependencias adyacentes. Su obra de providencia es un testimonio visible de su sentido visionario y de su fe audaz. El Cardenal Louis-Nazaire Begin le rindió un homenaje en 1915 y le hizo y canónico honorífico del capítulo metropolitano de Quebec.