Experiencias apostólicas y reorganización
Después de haber dejado la mayor parte de las obras escolares, sociales y hospitalarias, el apostolado de la comunidad se extiende, en los años 1980 y 1990, con nuevas iniciativas centradas sobre su primera misión.
Las hermanas se comprometen cerca de las personas discapacitadas en la Casa Santa María, Lévis. Otras van a la educación de la fe y se insertan con diversos organismos de ayuda: los pobres, las familias en necesidad, las personas envejecientes, itinerantes, inmigrantes, jóvenes de la calle, expresidiarios, drogaditos, prostitutas, etc. Su implicación en pastoral parroquial se traduce en diferentes servicios de animación, de acogida, de presencia, de ayuda en las tareas escolares, de visitas a los enfermos, de secretaría y por una participación en los comités parroquiales, diocesanos y con los organismos del medio.
A través del mundo, la misión continúa su expansión gracias a la acogida de mujeres originarias de estos países que piden formar parte de la comunidad. Pronto son ellas quienes asumen la carga del apostolado y la administración de las regiones de la congregación: América Central y el Caribe, África y América del Sur.
Durante este período, la infraestructura continúa modificándose. En la Casa madre, hay servicios que se han ido dejando, mientras que otros se reorganizan. El número de religiosas disminuye, la asistencia a las enfermas, el mantenimiento general y la administración prescinden de un personal laico cada vez más numeroso.
Hermana peruana en Perú
Con otros
El campo de la misión se aumenta con otros. Se establece una colaboración cada vez más grande entre comunidades religiosas. La congregación se asocia con proyectos diversos en los cuales está la casa de Lauberivière. Esta casa nace gracias a la cooperación de una cuarenta congregaciones y del arzobispado de Quebec. Abren sus puertas oficialmente en 1983. Durante los diez primeros años de existencia, Lauberivière cuenta con un equipo compuesto de 200 voluntarios, aproximadamente, cuya mayoría proviene de comunidades religiosas.
Desde 1991, la congregación colabora con otras religiosas en un proyecto de apoyo a los inmigrantes en el centro multiétnico de Quebec. Se instauran colaboraciones diversas para los cuidados a los minusválidos y la renovación del Arca de Jean Vanier en San Malachie, la casa Luisa Brissette en San Anselmo, la familia Lachance en Lac-Etchemin y la casa La Crhysalide de La Sarre en Abitibi, etc.
Después de Vaticano II, se extiende el movimiento de asociación de los laicos/as en un instituto de vida consagrada. Algunos laicos, deseosos de profundizar de manera particular su compromiso baptismal son invitados a vivir una comunión especial en la espiritualidad y en la misión de una comunidad dada. La Asociación Perpetuo Socorro oficialmente adquiere su forma el 13 de mayo de 1989 con los primeros compromisos de las personas asociadas.
Compromiso de las tres primeras asociadas Capilla San Ana, 1989