Al origen de esta misión, un camino se abre a la Congregación por la mediación de un sacerdote trinitario. El mismo de visita en Sucre, encuentra al cardenal que le suplica de encontrarle una comunidad que responda a la responsabilidad de un hogar para personas ancianas. El trinitario propone nuestra congregación y sin tardar el cardenal envía su petición.
El 3 de octubre de 1975, dos religiosas vuelan para Bolivia. Al día siguiente de su llegada, ellas afrontan el mal de altura en La Paz. Es solo dos días más tarde que ellas pueden volver a partir para Sucre.
Las hermanas comienzan su trabajo en el hogar Santa Rita. Luego de algunas semanas , la residencia para el hogar Mercedes le es ofrecida. La casa se sitúa a algunos metros de la plaza central, en la calle Grau. Las reparaciones comienzan rápidamente : se rehace y se adapta la construcción para un nuevo funcionamiento, el trabajo de acondicionamiento es exigente y presenta muchas dificultades y riesgos.
Al fin, las religiosas acogen sus primeros beneficiarios el 10 de marzo de 1977, luego otras personas ancianas vienen a completar la familia. Durante 24 años las religiosas se hacen presentes, disponibles, a su escucha y a su servicio. En 2001 el número de religiosas disminuye, ellas deben dejar esta obra con pesar para centrar sus fuerzas en otros lugares y en las periferias de la ciudad de Sucre.