Multiplicación de las obras
Los años 1940 a 1960 se definen por un desarrollo acelerado. El aumento de las obras de la congregación va al ritmo del crecimiento de los efectivos religiosos.
Este período revela un tiempo de prosperidad en la educación. Con el aumento de la demograía desde de la última guerra mundial y la escuela obligatoria en 1943, el número de jóvenes que frecuenta los medios escolares se multiplica. Las religiosas enseñan en las nuevas veintinueve escuelas primarias de diversas regiones de Quebec: Chaudière Apalaches, Quebec, el Bajo San Lorenzo, Costa Norte y Abitibi.
El crecimiento de las escuelas aumenta la necesidad de maestras de escuela. Para entonces se ofrece una formación en la escuela normal de San Damián desde 1941. El dominio de las artes y la música se desarrolla y constituye un sector privilegiado de la acción educativa de las religiosas.
En 1948, por solicitud de los misioneros del Sagrado Corazón (MSC), la comunidad se compromete en su primera misión ad extra en República Dominicana.
Durante este tiempo, la enseñanza doméstica se prosigue y los cuidados para personas envejecientes son prodigados en cinco establecimientos. Luego, las hermanas trabajan en la casa Salaberry (Quebec) en los cuidados de las damas hospitalizadas.
En 1952, se abre un orfelinato en Rivière-Ouelle en la región del Bajo San Lorenzo. En cuanto al orfelinato de San Damián, se desarrolla una nueva estructura en 1957. Se construyen Pabellones para acoger a los niños de hogares desunidos, huérfanos y huérfanas.
Desde los años 1940, una dinámica de cambio social y eclesiástico se prepara para Quebec. Se proyecta para la comunidad un período de renovación y de desafíos.
Auge de la escuela normal
Los diplomas de profesoras de educación general básica concedidos por la Oficina central de inspectores católicos finalizados en 1939, la congregación estudia la posibilidad de establecer una escuela normal en San Damián.
Desde 1941, la formación de las maestras comienza en la casa Métivier, propiedad del Sr. Amédée Roy, situada frente a la avenida de la Casa madre. En 1942, las inscripciones se hacen numerosas, la escuela normal es trasladada a la casa de «escuela del Sagrado Corazón». Centenas de jóvenes reciben, desde 1942 a 1961, la formación pedagógica que las prepara para la enseñanza.
En 1961, una construcción moderna situada sobre la colina Nuestra Señora les permite a las normalistas instalarse en un edificio espacioso. Además de los numerosos servicios educativos, tienen acceso a un gran gimnasio y a una piscina interior.
La Escuela normal de San Damián es una de las primeras en abrir sus puertas a la clientela masculina a partir de 1963. Convirtiéndose en un lugar cultural de importancia que contribuye al desarrollo de la región.
En el curso de los años 1960, con la Revolución tranquila y la comisión de Padres, la formación de maestros/as se traslada a la universidad. La Escuela normal de San Damián cierra sus puertas en 1971. El establecimiento cambia de denominación para convertirse en el colegio de San Damián. Se prosigue la obra de educación a nivel colegial, luego la secundaria hasta 1991.
Del orfanato a los pabellones de jóvenes
Inspiradas por el modelo familiar del orfalinato de Rivière-Ouelle, la idea de los pabellones hace su camino. Después de haber ido a los Estados Unidos para visitar centros de estilo pabellón para niños, la ecónoma general y una compañera elaboran planes para San Damián.
En 1957, un complejo de tres pabellones ve la luz sobre la colina Nuestra Señora. La construcción pretende favorecer un entorno que se acerque al medio de vida familiar. Jóvenes de hogares con dificultad y huérfanas son acogidas allí en un clima impregnado de seguridad, de ternura y donde el potencial de cada una se valora.
Con las nuevas políticas gubernamentales, la técnica evoluciona y la obra se especializa para recibir a jóvenes desadactados social y afectivamente. Las hermanas autorizadas a los pabellones se perfeccionan. Mientras que algunas siguen cursos de » madres de grupo « , otras reciben formación en asistencia social y en educación especializada.
En el curso de los años 1960, el complejo es dota de cinco pabellones suplementarios. Los jóvenes del orfanato San José se instalan en dos de ellos. El pabellón central acoge al personal de oficina, los servicios diversos y se hace un lugar de residencia para las religiosas.
La historia de los cuidados y de los servicios cerca de los huérfanos, las huérfanas y los jóvenes con dificultad desaparece en 1980 en respuesta a las nuevas perspectivas gubernamentales.