Impulso misionero
Santa María (1986- …)
En 1985, durante un viaje a Curaçao, un misionero del Sagrado Corazón, amigo de la Congregación, se ve afectado por la escasez de misioneros en la isla. El expresa su inquietud a la Superiora General Sor Cecilia Corriveau , de visita en República Dominicana. Una petición se hace al Consejo General para la apertura de una misión en Curaçao. En enero de 1986, dos religiosas dominicanas se dirigen al país a fin de conocer la realidad. El viaje es positivo y en septiembre, las tres primeras misioneras dominicanas desembarcan en la isla.
Desde su llegada, las hermanas se ponen a estudiar el idiona del pueblo: el papiamento, que es una mezcla de español, holandés, portugués, e inglés. Llamadas a cooperar en la obra pastoral de los padres misioneros del Sagrado corazón en la parroquia de Santa María, las hermanas dan catequesis, preparan líderes para las comunidades de base y supervisan la educación de la fe en las escuelas.
Ellas supervisan el cuidado y el financiamiento del cementerio vendiendo los nichos que hacen constrír para los difuntos.
Una bella colaboración se establece de parte de la población. Los jóvenes son dinámicos. Bajo la diracción de una religiosa, ellos construyen un local para las reuniones: Casa de la juventud. Un terreno de juego es igualmente equipado.
En 1999, la misión en Santa María cierra. Pero el testimonio dejado por las hermanas incita al nuebo obispo de Willemstad a pedir a las religiosas de venir. En 2010, ellas retoman la misión junto a la población.
Desde el mes de agosto del año 2000, la comunidad cuenta con una religiosa nativa de Curaçao.
