Las meditaciones, las oraciones y los poemas publicados en este sitio son el fruto de un trabajo magnífico de búsqueda y de colaboración fraterna. Con orgullo, queremos propagar nuestra devoción mariana, herencia espiritual legada por nuestros fundadores. Este tesoro contiene perlas del pasado, las flores del presente y las estrellas del futuro que nos da gusto de compartir con todas las personas que lo desean.
¡ Hola, imagen santa, emblema de esperanza!
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro,
guarda los ojos abiertos sobre tus hijos en la tierra.
Que lean toda la ternura de tu mirada
que nos protege en el silencio y resucita nuestra fe.
Enséñanos a dejarnos mirar y condúcenos a Jesús.
Nuestra Señora, sé siempre Perpetuo Socorro en nuestro camino. Amen.
Jeanne Blais, nsps
MEDITACION
María es la imagen más bella de su Hijo que es el mismo esplendor del Padre.
María es para nosotros el Icono perfecto de los dones del Señor.
Dios, que es amor, nos ha dado en Jesús,
una encarnación de su bondad; en Nuestra Señora,
un brillo de su ternura.
P. de Lavareille
La Madre del Perpetuo
Nuestro icono deja adivinar la constante y maternal presencia de María cerca de nosotros.
Miremos largamente a esta Madona
de ojos grandes atentos y suaves.
No parece decirnos:
«Mis queridos hijos,
todo lo que he cumplido de difícil,
es para que ustedes conozcan y amen
a mi Señor y su Señor, Cristo Jesús! »
El P. Hitz
Oración tradicional a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Oh Santísima Virgen María, que para inspirarnos ilimitada confianza en ti,
quisiste tomar el dulcísimo nombre de Madre del Perpetuo Socorro,
te suplicamos nos socorras en todo tiempo y en todo lugar,
en nuestras tentaciones, después de nuestras caídas, en nuestras dificultades,
en todas las miserias de la vida y sobre todo en el momento de nuestra muerte.
Concédenos oh amorosa Madre,
el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a ti,
porque estamos seguros de que si somos fieles en invocarte,
tú serás fiel en socorrernos.
Alcánzanos pues, esta gracia de las gracias,
la gracia de acudir a ti sin cesar con la confianza de un hijo,
a fin de que, por la virtud de esta súplica constante,
obtengamos tu perpetuo socorro y la perseverancia final.
Bendícenos, oh tierna y amorosa Madre,
y ruega por nosotros, ahora y a la hora de nuestra muerte.
Amen.
POEMA
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
¡Cómo me gusta contemplar tu radiante imagen,
tu sonrisa de madre impregnada de majestad!
A tu poder divino el mundo rinde homenaje;
los pueblos celebran tu bondad.
Cómo me gusta tu mirada llena de misericordia,
que desciende sobre nosotros como un rayo del cielo, parece decir a todos: » vengan a mí,
yo concedo siempre y sin contar,
maravilloso socorro.
¡Cómo me gusta en tus brazos, el Redentor de los hombres, apretándose sobre tu pecho para calmar su espanto, mostrándonos así, el exilio donde estamos, el refugio asegurado, el mejor asilo!
¡Cómo me gusta sobre tu frente el velo humilde y modesto, que en sus pliegues azules encierra tesoros,
y tu vestido de púrpura y tu estrella brillante,
estrella del mar y de celestes bordes!
¡ Cómo me gustan en tu mano las dos manos del mismo Dios,
devolviendo a tu brazo el poder todopoderoso!
Nos dice: » mi Madre tiene mi ternura suprema,
a todos los que quiere, mi voluntad consciente . »
Cómo me gusta de tu frente la paz tranquila y serena,
cuando el ángel le ofrece a tu Hijo y la lanza y la hiel,
tu fuerza, tu amor, tu coraje de Reina
frente a la cruz que nos abre los Cielos!
Cómo me gustan de tu Nombre el glorioso vocablo,
favorable a tu corazón: » ¡ Perpetuo Socorro!»
Ella devuelve la esperanza a aquellos que la desgracia agobia; reanima, sana, siempre consuela! »
Laure Boulet
Oh María
Oh María, tú eres la rosa por excelencia,
blanca por tu virginidad, roja por tu caridad.
Virgen Madre, hija de tu Hijo,
humilde y gloriosa más que toda criatura, predestinada por un decreto eterno,
eres la que tanto ennobleció naturaleza humana,
que su Creador no relegó hacerla su criatura.
San Bernardo
CANTO
Guíame oh Madre del Perpetuo Socorro
Guíame, oh Madre del Perpetuo Socorro,
Guíame en la falsa claridad que me ciega,
Guíame en la noche que oscurece la verdad. ¡Guíame, oh Madre del Perpetuo Socorro,
Quédate siempre conmigo!
Guíame: el camino que lleva a Dios es tan largo, Guíame: tu estrella será mi luz,
Guíame: ¡un paso a la vez, es bastante para mí!
¡Guíame, oh Madre del Perpetuo Socorro,
Y quédate siempre conmigo!
Texto: Annette Gosselin, nsps
Música: Irène Proulx y Pierrette Marchand, nsps
MEDITACION
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
En ese nombre de «Nuestra Señora del Perpetuo Socorro», Oh María, descubro la maravilla del amor que eres tú y
que el corazón de Dios Padre lleva desde siempre en El.
El « socorro perpetuo »: es su Hijo amado,
Que el engendra eternamente,
Por el cual todo es creado y recreado.
Es la Palabra viva y creadora del Padre,
que ha querido depender de tu sí
« para hacerse el rostro humano de su Padre,
el Amor sin límite y para ser nuestro « Camino » hacia el mismo Padre, identificando nuestro corazón al suyo.
Entonces eres siempre la Madre el » socorro perpetuo ».
Es el Espíritu de Jesús y de su Padre, que,
casándose contigo, te hizo miembro,
a partes iguales, de la familia trinitaria.
«Comunidad de Amor», y que, gracias a tu « sí »,
nos inculca el Espíritu de Jesús y de su familia.
Y eres siempre «sí»
en este don de Jesús y del Padre …
Inseparable de Jesús y del Espíritu,
eternamente en el corazón de nuestro Padre,
durante toda la vida terrestre de Jesús,
durante todo el crecimiento del cuerpo eclesial de Jesús hasta su terminación, en cada persona humana,
de ayer, de hoy y de mañana,
luego en la duración infinita de la Unidad definitiva
consumada en el Reino.
En todos los hijos del Padre de los cuales te has hecho también la Madre,
Tu no cesas de decir «sí»
para que cada ser humano, por todas partes de nuestra tierra,
reciba este « Perpetuo Socorro» » de Jesús con su Espíritu…
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro,
no puedo contemplarte sin estar en la Alegría y en la Paz.
¡ Reza por nuestra Iglesia! Reza por las Hermanas de tu comunidad!
André Leblanc, o.p.
Canto a Nuestra Señora
Nuestra Señora de luz, tú eres sol, sol en la noche.
Nuestra Señora, nuestra Madre, te imploramos en el fondo de nuestra noche.
Oh ! Que brille tu amor, que venga tu socorro,
tu socorro en la noche !
Tu perpetuo socorro:
Sol en la noche.
Nuestra Señora de esperanza tú has sufrido, sufrido en tu corazón.
tú comprendes nuestro sufrimiento, guarda la paz serena en nuestros corazones.
Oh ! que viva tu amor,
que venga tu socorro,
tu socorro en nuestros corazones !
Tu perpetuo socorro: esperanza de nuestros corazones.
Nuestra Señora de la alegría,
reina del cielo y reina de nuestras vidas.
Nuestra Señora de ternura,
Fuente de alegría a lo largo de nuestras vidas.
Oh ! Que cante tu amor,
que venga tu socorro,
tu socorro en nuestras vidas !
Tu perpetuo socorro :
Ternura en nuestras vidas.
Texto : Denise Gosselin, nsps – Música : Irène Proulx, nsps
Cantilena a María
Una estrella radiante en el firmamento azul;
En este dulce momento, brilla el programa futuro.
Frente al futuro, comprometámonos en la esperanza,
fieles a la memoria, de la cual vivimos el renacer.
Madre del Perpetuo
Socorro, soberana encantadora, tu presencia es un discurso para nuestras almas en espera.
Desde las bodas de Caná, tu poder iguala tus conquistas, porque Jesús estaba allí, como está en nuestras fiestas.
Hoy, en San Damián, período de historia,
el milagro diario cuenta tu gloria.
A tu palabra, Imagen transparente del Verbo creador,
Las piedras gritaron… Ellas proclaman tu grandeza.
Reunámonos, hijas de nuestra Señora, encendamos nuestra llama.
Reina de nuestra casa, otórganos tu socorro,
tu perpetuo socorro.
Texto: Jeannette Mercier – Música : Louise Goulet, 1972
CANTO TRADICIONAL
Quiero amarte, María
¡Quiero amarte, María, porque soy tu hijo
quiero, Madre querida, cantarte constantemente
Oh tú que uno llama perpetuo socorro
El cual tu mano maternal me protege siempre!
Quiero amarte, María, mi refugio es tu corazón;
Tú me has dado la vida, yo te digo mi dicha;
Recibes mi oración, para llevarla a los cielos;
Tú te muestras mi madre, bendices mis deseos.
Quiero amarte, María, soberana del Cielo,
Reinando en la patria, sobre un trono inmortal;
Más pura que los ángeles, más bella que el día,
Digna de nuestras alabanzas y de todo nuestro amor.
Quiero amarte, María, y quiero cada día
Para ti, Madre querida, ver crecer mi amor,
Para más todavía, cuando tendrá él para mí
Esta celeste aurora que me promete la fe.
ESTRIBILLO
Quiero amarte, María, siempre te amaré.
Oh mi Madre querida, perpetuo socorro.
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María, perpetuo socorro
María, eres perpetuo socorro
María, eres la proveedora de gracias
María, eres la protectora de nuestras almas
María, eres el soplo en el corazón de nuestras vidas
María, eres relación entre la Trinidad y nosotros
María, eres Nuestra Señora para todas nuestras necesidades
María, eres la madre de nuestro Instituto
María, eres la patrona de todas nosotras
María, eres la guardiana de nuestro carisma
MARIA te rogamos…
Suzanne Gosselin, nsps
CANTO TRADICIONAL
Saludo, imagen santa
¡Saludo! Antigua y santa imagen, contemplarte, para mí, es la felicidad. Tu mirada pura, tu celestial rostro,
con una expresión dulce,
hacen estremecerse mi corazón.
¡Saludo! antigua y santa imagen,
La estrella brilla en tu frente radiante,
Astro de los mares, en medio de la tormenta, hacia ti, siempre levantaré
la mirada.
¡Saludo! antigua y santa imagen,
Ante el dolor y ante la muerte,
Tu frágil hijo, para sacar el coraje,
Como Jesús se echa en tus brazos.
Oh Madre del Perpetuo Socorro,
Vela sobre sus hijos siempre,
Reza por nosotros siempre,
Oh Madre del Perpetuo Socorro.
ESTRIBILLO
Oh Madre del Perpetuo Socorro,
Vela siempre sobre tus hijos,
Ruega, ruega por nosotros siempre, siempre,
Oh Madre del Perpetuo Socorro.
Poema a María
Señora María eres bella Señora
Más bella que toda otra mujer
Maravilla de Israel, revestida de sol
Inmaculada, sin igual, llena de gracia Reina
Gloria de santos dominios
Bella Señora María, eres Madre querida
Mi refugio, mi socorro
Mi continuo refugio
Mi perpetuo socorro.
Señora María eres humilde Señora
más humilde que todas las mujeres,
Hija de noble raza, por Dios colmada de gracia
Lirio de los valles, de Galilea servidora del Señor,
refugio de los pecadores.
Humilde señora María, eres mi Madre querida,
Mi continuo refugio
Mi perpetuo socorro.
Señora María eres noble Señora
Más noble que toda otra mujer
Esposa del Espíritu, madre de Jesucristo
Hija de Dios, reina de los cielos
Obra maestra del Altísimo,
trono del bello Cordero,
Noble Señora María, eres mi Madre amada
Mi refugio, mi socorro, mi continuo refugio
Mi perpetuo socorro.
Señora María eres dulce Señora
Más dulce que toda otra mujer,
Santuario de paz, reposo del corazón inquieto,
Serenidad, amabilidad, abismo de ternura
Fuente de alegría
Dulce Señora María, eres mi Madre querida
Mi refugio, mi socorro
Mi continuo refugio
Mi perpetuo socorro.
Poema de Denise Gosselin, nsps