Lo que el libro nos dice por la palabra,
El icono nos lo anuncia por el color y nos lo hace presente.
(Synode de 861)
La iconografía es un arte sagrado que nace de la Palabra de Dios. Es Presencia invisible que interpela interiormente, lugar de encuentro entre el misterio de Dios y la realidad de los seres humanos¹.
El icono es camino de evangelización. El presenta la Palabra de Dios de manera nueva, (accesible) a la gente de toda raza, de toda lengua y de toda nación. Es palabra de fe que abre nuestra mirada sobre Dios, pero igual sobre el mundo y sobre los demás. A través de los sentimientos múltiples reflejados sobre los rostros, descubrimos un camino de compasión, de ternura, de amor y de perdón².
Palabra para nuestros ojos, el icono ofrece un encuentro con la belleza, un contacto con la Presencia, un despertar a la espiritualidad. Es camino hacia la conquista de absoluto, hacia la plenitud de la luz.
Gracia para nuestro tiempo, el icono nos habla del mundo transfigurado por el amor de Dios y nos introduce en el encuentro del Otro³.
Dejémonos invadir por la belleza del icono y la Palabra que nos revela.
¹ Cuando la pintura se hace escritura, Jeanne Blais, mujer, religiosa e iconógrafa, bajo la dirección de Michelle Bédard, Simone Dubois y Jean-Marc Ouellet, con la participación de Ghislaine Cayouette, Guy Simard, Denis Thibault y Claire Gravel, Blurb edición creativa, 2011, p. 11.
² Ibid., p. 13.
³ Ibid., p. 13.
Escribir un icono
La palabra « icono » significa imagen sagrada cuya fuente es la Palabra de Dios. Obra de Iglesia, es la Biblia en colores, en formas y en imágenes. Este tesoro de mil facetas nos viene de los monjes ortodoxos de Oriente, que utilizan desde los inicios el estilo bizantino para este trabajo consumado en el silencio, el ayuno y la oración.
La technique utilisée sera la détrempe à l’œuf, technique qui remonte au 12e siècle. On utilisera « alifa » pour la protection de l’icône.
La técnica utilizada será el témpera, técnica que viene del siglo 12. Utilizaremos «alifa» para la protección del icono.
El icono no se firma sino en la parte de atrás. El pedazo de madera sobre el cual lo escribe recuerda la cruz en la que Cristo murió.
El icono debe estar colocado en la luz. Su razón de ser es: revelar una realidad, una belleza invisible que está en nosotros y que uno termina por descubrir mirándolo, escuchándolo. Hay que frecuentarlo en silencio, dejarle todo su espacio.
Su aspecto interroga. Las formas de los personajes son alargadas, aspiradas hacia el cielo. La nariz larga es un símbolo de nobleza. Los brazos desmesurados significan la potencia de Dios. El cuello poderoso y ancho, indica el soplo, la acción continua del Espíritu.
ORACION DEL ICONOGRAFO
Tú, Maestro Divino de todo lo que existe,
alumbra, dirige el alma, el espíritu y el corazón de tu servidor,
conduces su mano con el fin de que pueda representar
digna y perfectamente tu imagen,
la de tu madre santa y la de todos los santos
para la gloria, la alegría, el embellecimiento de tu Iglesia.
Mi Dios,
bendice mis esfuerzos humildes;
haz que mi trabajo sirva para la elevación de mi alma
para la gloria de tu santo Nombre.